Milan Kundera – Hacer ligero lo pesado

La cirugía lleva el imperativo básico de la profesión médica hasta niveles extremos, en los que lo humano entra en contacto con lo divino. Si le pega usted con fuerza un porrazo a alguien, el sujeto en cuestión cae y deja definitivamente de respirar. Pero de todas formas alguna vez iba a dejar de respirar. Un asesinato así solo se adelanta un poco a lo que Dios se hubiese encargado de hacer algo más tarde. Se puede suponer que Dios contaba con el asesinato, pero no contaba con la cirugía. No sospechaba que alguien iba a atreverse a meter la mano dentro del mecanismo que él había inventado, meticulosamente cubierto de piel, sellado y cerrado a los ojos del hombre. Cuando Tomás posó por primera vez el bisturí sobre la piel de un hombre previamente anestiesiado y luego atravesó esa piel con un gesto decidido y la cortó con un tajo recto y preciso (como si fuese un trozo de materia inerte, un abrigo, una falda, una cortina), tuvo una breve pero intensa sensación de sacrilegio.

La insoportable levedad del ser
Milan Kundera

Una respuesta a “Milan Kundera – Hacer ligero lo pesado

  1. Hace años hablé con un cirujano sobre este tema (el Dr. Verdugo, tron, ¿a que parece de coña? XDD). Él decía que sí, que su «deformación profesional» era un poco ver a las personas «como sacos». Rollo «abres, quitas lo que molesta y cierras». Como que no tenía ese respeto (y desconocimiento) que tenemos la mayoría para con nuestro propio cuerpo.

    Un tal Didier Anzieu, en su libro «yo piel» hablaba sobre esa barrera que representaba para nosotros la piel. El dentro y el fuera. El soy y el es. Y en eso me basé para un poema de «Johari»:
    http://luistarrafeta.wordpress.com/poesia/johari-web/johari-lo-abierto/2/

    Sigue en la brecha, Zeberio!

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