Supongo que alguno se habrá dado cuenta de que en el blog ha empezado a aparecer una misteriosa publicidad que contradice con el mensaje que cierra la página:
Este blog ni quiere ni admite publicidad comercial.
Bien, pues todo tiene una explicación.
En primer lugar, WordPress ha decidido que mi blog puede albergar publicidad aleatoria, y cobrarse ellos los clics. Debo aceptar su decisión, pues no pago un duro por tener mi blog en esta plataforma. Pero no me hace ni puta gracia.
En segundo lugar, yo también he querido poner publicidad, una que a mí sí me hace gracia. Se trata de Luz de lectura, la tienda on line que han montado unos colegas míos.
Esta es la tienda
Y lo hago por varias razones:
1.- Quizás sea la única tienda del mundo que solo distribuye lámparas para lectura (con pinzas, de led, para e-readers…). La verdad es que está bastante completa.
2.- Hace más de un año que tengo una de las lámparas de Luz de lectura y no hay noche que no la encienda. Hace años tuve otra lámpara de pinza, pero era mala: deslumbraba, daba una luz excesiva y de cuando en cuando se fundía… Esta nueva ha sido todo un descubrimiento, oye, pues tengo las mismas pilas desde el primer día, no deslumbra a mi novia que soba a mi lado mientras leo y, sobre todo, no me deslumbra a mí que soy el que la miro de frente. Mis colegas dicen que son las características del led y yo, que no entiendo nada de eso, solo puedo decir que funciona.
3.- Son buenos colegas, currantes, y le han puesto mucha ilusión a esa plataforma. Además, es probable que si reciben alguna visita de mi blog me inviten a una cerveza. O si no, mucho más barato, quizás algún día lean una de mis entradas y se digan para sí mismos: «Hombre, mira, esta entrada me ha gustado. Voy a colaborar con el barbudo marcándome un comentario«.
Quizás alguno se haya fijado en que ninguna de las razones por las que hay publicidad en Vividor de otras vidas tiene que ver con que yo cobre dinero. Espero poder seguir haciendo el blog sin que se convierta en una obligación y, si los hados me son propicios, conseguiré no cobrar ni un euro por nada de lo que aquí escribo. Esa es mi intención. Así sea.
Vividor de otras vidas 
Zeberio, con las birras que te saques de LuzDeLectura monta un fiestorro anda!
elartixta.
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Estás invitado. Así me cobro también la tuya, jojojo.
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Voy a colaborar con el barbudo marcándome un comentario.
Reconozco que soy el culpable de ejercer una leve presión, veo que absolutamente innecesaria, para que Zeberio insertara un pequeño enlace en algunos de los píxeles más discretos de su blog. No es sencillo resistirse a la tentación del chantaje emocional cuando te lo ponen tan fácil y el bloguero-víctima comparte cervezas asiduamente contigo (y no hablaré aquí de las pizzas congeladas que te han convertido en una referencia gastronómica de las noches del sábado). Pero hombre, esto es un publirreportaje… Puedes estar seguro de que algunas de nuestras lámparas y sus LEDs se licuarán para transformarse en un luminoso güisqui con cocacola. O varios. E Intentaré que mi colaboración discreta como lector de tus posts de un salto cualitativo y me anime a comentar con cierta frecuencia.
Tu voto de pobreza respecto a la publicidad te honra. A punto he estado de hacer lo mismo y regalar las lámparas (bueno, prácticamente están regaladas, ejem), pero luego he pensado en que de alguna forma tendré que mantener a mis futuros hijos y creo que no me lo puedo permitir. Pero envidio tu entrega altruista a esto de la literatura.
Gracias Zeberio y suerte con el blog.
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¿Adivino peloteo en tus palabras? Hombre, sé que no lo es en lo de la pizzas congeladas, pero todo lo demás…
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Gracias por publicar el reportaje que habíamos acordado, sr. Zeberio. ¿Cómo prefiere cobrar la comisión? ¿ Se la ingreso en la cuenta de Andorra o le pago directamente en negro, como de costumbre?
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Ya conoce el procedimiento habitual. Paralice de momento lo de las putas y la coca, que hace demasiado frío para sacarle provecho. Ya le avisaré.
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Esto de entrar por un lector de feeds que te quita la publicidad en la mayoría de los casos… De todas formas, tampoco te harías rico con un banner (a lo sumo, podrías pagar un parquímetro unas horas) y que sea de tus amigos y nos cuentes lo bien que van mola bastante más que si tuvieras uno diciendo «cupones descuento para su próxima manicura» 😉
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