La isla de los milagros

«Hoy en la isla ha ocurrido un milagro: el verano se adelantó. Puse la cama cerca de la pileta de natación y estuve bañándome, hasta muy tarde. Era imposible dormir. Dos o tres minutos afuera bastaban para convertir en sudor el agua que debía protegerme de la espantosa calma. A la madrugada me despertó un fonógrafo. No pude volver al museo, a buscar las cosas. Huí por las barrancas. Estoy en los bajos del sur, entre plantas acuáticas, indignado por los mosquitos, con el mar o sucios arroyos hasta la cintura, viendo que anticipé absurdamente mi huida. Creo que esa gente no vino a buscarme; tal vez no me hayan visto. Pero sigo mi destino; estoy desprovisto de todo, confinado al lugar más escaso, menos habitable de la isla; a pantanos que el mar suprime una vez por semana.

Escribo esto para dejar testimonio del adverso milagro.»

La invención de Morel (1940)
Adolfo Bioy Casares
Hoy, un clásico para recuperar el hilo literario del blog, que las circunstancias que me soliviantan lo habían llevado por otros derroteros. Esto no quiere decir que deje de cabrearme con las historias de la debacle. Tampoco pienso dejar de hacer partícipe a todo el que me lea de mis malas tragaderas para con ciertas prácticas neoliberales, los mafiosos que las realizan, y las teorías buenrollistas sobre las que se esconden.

Bueno, a Adolfo Bioy Casares, que él sólo se curró este librito breve, uno los textos más enriquecedores que se puede llevar alguien a los ojos. La primera frase es para enmarcar: “Hoy en la isla ha ocurrido un milagro: el verano se adelantó”. A partir de aquí, Bioy Casares engancha al lector y lo pone a bailar al ritmo que él marca. Ahora realismo mágico con un cielo con dos lunas; ahora ciencia ficción clásica, sí, de aquella de Julio Verne con una máquina de proyectar personas; luego reflexiones sobre la esencia del alma y la vida… A pensar toca, que dirían en mi pueblo. Al final del libro, el lector sólo quiere que el artificio pare de producir deshumanizadas vidas.

La vida literaria de Bioy Casares transcurrió a la sombra del gran Jorge Luis Borges. Hay a quien sorprende cómo pudo soportar las frecuentes comparaciones con respecto al talento del creador de El Aleph, en las que los críticos siempre lo colocaban en el escalón de debajo. Quizás esta novela fue su dulce venganza ante la crítica.

“He discutido con el autor los pormenores de la trama, la he releído; no me parece una imprecisión o una hipérbole calificarla de perfecta”. El propio Borges comentó el libro en un prologo que cerró con estas palabras. Bioy Casares se situó, a partir de entonces, entre los grandes de la literatura universal.

¡Ah! Los fans de Lost -Perdidos-, la serie de televisión que se ha convertido en un fenómeno de masas en el mundo entero, no pueden perderse La invención de Morel. La serie trata sobre unos supervivientes de un accidente de avión que aparecen en una isla perdida del pacífico sur. Sawyer, uno de los protagonistas, aparece leyendo este libro en la cuarta temporada. Quién sabe si alguno de los enigmas de la saga tendrá alguna relación con lo que ocurre en el libro.

5 Respuestas a “La isla de los milagros

  1. Un libro estupendo. Junto con Historia de Cronopios y Famas, uno de mis favoritos de la literatura latinoamericana

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  2. ¿También hay saltos temporales en el libro?

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  3. Anónimo dijo… ¿También hay saltos temporales en el libro?Creo que comentar cualquier cosa de este libro te haria perder toda la aventura. Te recomiendo que lo consigas (online o no) y lo leas. No puede llevarte mucho ya que es corto.

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  4. Me FLIPÓ este libro, me pareció tremendo…

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  5. Pingback: Cinco milímetros de agua | Vividor de otras vidas

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